DANZAS LUPERCALES, SATURNALES Y RITOS DIONISÍACOS
DANZAS LUPERCALES
La Lupercalia era un festival relacionado con la expiación, purificación y fertilidad del ganado, los campos y las gentes, fiesta propiciatoria de la fertilidad.
Sus orígenes se remontan a tiempos prehistóricos. Más tarde, se transformó en una fiesta semiburlesca y semilicenciosa consagrada al dios Pan o Luperco. Empezaban el 15 de febrero con el sacrificio de una cabra. Estas fiestas llegaron a convertirse en orgías de faunos y ninfas bajo la presencia de Pan y la enajenación que provocaba el vino de Baco. Pervivieron hasta el siglo V.
DANZAS SATURNALES
LA Saturnalia es un festival dedicado a Saturno, protector de la fecundación la siembra y la agricultura, que se realizaba entre el 17 y el 23 de diciembre y conmemoraba el solsticio de invierno y la fiesta de la siembra.
Mientras duraba el festival reinaba una atmósfera relajada donde no había actividad aparte. Se elegía rey del festival, y las gentes bailaban por las calles entre sí, sin tener en cuenta la clase social y la privación o no de libertad. También se intercambiaban velas y regalos.
Era una fiesta de excepcional permisividad. Además Saturno también tenía sus sacerdotes salios que realizaban danzas de purificación y fertilidad en la siembra de primavera con grandes saltos para animar el crecimiento de las cosechas. Aquí aparecía Saturno como deidad agrícola.
DANZAS EN LOS RITOS DIONISÍACOS
El mejor ejemplo lo encontramos en las pinturas pompeyanas de la Villa de los Misterios I a.C. En una de las paredes hay una escena con muchas figuras de gran tamaño en las que se narra una ceremonia dionisíaca en varias partes:
Lectura del sacro ritual por un niño.
Ágape.
Silencio tocando la lira, y un joven fauno toca el camarillo y una mánada de mamar a un cabritillo.
Una mujer huye aterrorizada, y siguen las bodas de Dionisos y Ariadna.
Tras las bodas vienen las pruebas de la flagelación a una novicia que sufre su dolor ocultando su cabeza en otra mujer, a su lado danza otra mujer desnuda, novicia presa del furor báquico (dios Baco).
Termina la escena con una mujer sentada en un alto sillón, dueña de la casa, iniciada en los misterios dionisíacos que mandó pintarla escena en memoria de su iniciación.
Trabajo realizado por Noemí Castillo, Marta González y Elena González.
La Lupercalia era un festival relacionado con la expiación, purificación y fertilidad del ganado, los campos y las gentes, fiesta propiciatoria de la fertilidad.
Sus orígenes se remontan a tiempos prehistóricos. Más tarde, se transformó en una fiesta semiburlesca y semilicenciosa consagrada al dios Pan o Luperco. Empezaban el 15 de febrero con el sacrificio de una cabra. Estas fiestas llegaron a convertirse en orgías de faunos y ninfas bajo la presencia de Pan y la enajenación que provocaba el vino de Baco. Pervivieron hasta el siglo V.
DANZAS SATURNALES
LA Saturnalia es un festival dedicado a Saturno, protector de la fecundación la siembra y la agricultura, que se realizaba entre el 17 y el 23 de diciembre y conmemoraba el solsticio de invierno y la fiesta de la siembra.
Mientras duraba el festival reinaba una atmósfera relajada donde no había actividad aparte. Se elegía rey del festival, y las gentes bailaban por las calles entre sí, sin tener en cuenta la clase social y la privación o no de libertad. También se intercambiaban velas y regalos.
Era una fiesta de excepcional permisividad. Además Saturno también tenía sus sacerdotes salios que realizaban danzas de purificación y fertilidad en la siembra de primavera con grandes saltos para animar el crecimiento de las cosechas. Aquí aparecía Saturno como deidad agrícola.
DANZAS EN LOS RITOS DIONISÍACOS
El mejor ejemplo lo encontramos en las pinturas pompeyanas de la Villa de los Misterios I a.C. En una de las paredes hay una escena con muchas figuras de gran tamaño en las que se narra una ceremonia dionisíaca en varias partes:
Lectura del sacro ritual por un niño.
Ágape.
Silencio tocando la lira, y un joven fauno toca el camarillo y una mánada de mamar a un cabritillo.
Una mujer huye aterrorizada, y siguen las bodas de Dionisos y Ariadna.
Tras las bodas vienen las pruebas de la flagelación a una novicia que sufre su dolor ocultando su cabeza en otra mujer, a su lado danza otra mujer desnuda, novicia presa del furor báquico (dios Baco).
Termina la escena con una mujer sentada en un alto sillón, dueña de la casa, iniciada en los misterios dionisíacos que mandó pintarla escena en memoria de su iniciación.
Trabajo realizado por Noemí Castillo, Marta González y Elena González.
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